viernes, 19 de junio de 2009

SOÑAR DESPIERTO


¿Qué quieres ser de grande?

Me pregunto, mientras me tomaba de los cachetes

Papa

Jajaja

Estallo una carcajada, podía ver sus mandíbulas moverse desencajándose y articulando el sonido más estrepitoso y no armónico que existía sobre la faz de toda la tierra, mientras estiraba mas mis cachetes atentando al mismo tiempo con mis oídos…

Así que quieres ser papa…

Si quiero ser un papa perfecto, uno que no les pegue a sus hijos, uno que no se raye cada vez que se pase de copas, alguien a quien respete y no tema, quiero ser un papa bueno, uno que eduque con cada acto, uno que no le grite a mama, un papa de comercial de electrodomésticos…

Jajaja un papa de comercial

Su risa no fue tan escandalosa esta vez, fue como una risa de satisfacción, por el chiste que había dicho, pero en el fondo, su mirada lo delataba, la mirada de cristal ahumado que los años habían puesto en sus ojos, lo decía todo antes de mencionar palabra alguna.

Así que un papa de comercial, Leito prométeme que nunca olvidaras lo que te voy a decir
Si abuelito tío…
Las cosas que planeamos para cuando seamos grandes, se llaman sueños, soñaste alguna vez Leito, mientras dormías soñaste alguna vez.
Si soñé abuelito tío
Parecía real no es así
Si, era como si fuera capaz de hacerlo todo
Allí es a donde quiero llegar, cuando uno sueña dormido, ve cosas que quiere hacer o cosas que ha hecho, pero cuando uno sueña despierto… soñar despierto es imposible abuelito tío – le corte –
Pues claro es posible – sonrió mientras lo decía


Soñamos despiertos cuando planeamos que haremos mañana, por ejemplo cuando tu quieres salir con tus amiguitos a jugar, te imaginas jugando con ellos aun sin haber salido todavía no es así – me pregunto mientras sacaba de su bolsillo un par de monedas que siempre solía darme al llegar de aquellos viajes que hacía por las alturas del Cuzco, llevaba baratijas, cosas innovadoras, según me contaba mi papa mi tío abuelo, era un comerciante pillo, uno de aquellos que vendería un gato por una liebre, tenía una habitación en mi casa, una donde descansaba y almacenaba sus cosas cada vez que hacia una parada de sus largos viajes, me gustaba hurgar en su baúl, un baúl grande con llave, que solo abría cuando el llegaba a casa, imaginaba que mi tío abuelo era un pirata y que tenía una pata de palo, mas ahora tenía una tercera pata un bastón, en su baúl se podía encontrar escobillas para darle brillo a los zapatos, peines, fajas de cuero para afilar navajas y también navajas, con un sinfín de accesorios habían las que eran sierras y se convertían en cucharas, también encontraba ligas, me gustaban esas ligas porque eran muy buenas para propulsar cascaras de naranjas como proyectiles, que si hacían mucho daño, aunque mama me prohibió que juegue con eso porque decía que algún día le iba a dar en un ojo a alguien, a mi me gustaba por que tiraba de la liga y ocultaba mis manos, las personas creían que alguien los había pinchado con una aguja o que algo los había picado y era gracioso ver su incertidumbre y desesperación, si, mas de uno se dio cuenta y me gane reprimendas por hacerme del Robín Hood de las cascarillas de naranja.

Saco las dos monedas y me las ofreció, las tome y agradecí como mama me había enseñado

Muy bien ahora quiero que me digas que harás con estas monedas
Bueno me comprare dulces y guardare el resto para comprarme un trompo en el colegio
Te das cuenta imaginaste lo que ibas a hacer con esas monedas, apenas te las di
Pues si
Los hombres somos las únicas criaturas que dios creo y que regalo el don de soñar despiertos, este gran regalo ha hecho que las personas hayan inventado tantas cosas que ahora nos sirven, las monedas, los autos, los aviones, imaginas como será volar en un avión…
Si ir arriba muy alto y tocar las nubes
Bien pequeño Leito, eso es soñar despierto, muchas personas le llaman imaginación, creatividad y por eso mismo sus sueños se pierden en el pensamiento, pero los sueños no los ha dado dios para hacerlos realidad, si piensas que un sueño ha muerto por qué has crecido, no lo olvides, si no vuelve a darle vida, porque un sueño solo muere cuando se hace realidad, solo soñando despierto harás de este un mundo mejor para ti y para los demás…

Por aquel entonces no entendí bien las palabras de mi tío abuelo, pero las guarde en un pedazo de corazón, un cofrecito secreto en el fondo de mi memoria que recuerda los episodios más trascendentes de mi vida, que hoy se me ha dado por escribirlas, ahora que me ha llegado la noticia que a los 77 años mi tío abuelo Víctor a fallecido allá en la ciudad de lima, a lado de su familia, sus hijos y segunda esposa, y lejos de aquellos en los que ha dejado una gran huella, de amor, sabiduría y experiencia…

Hoy mama le ha quitado el polvo al baúl, lo hemos trasladado al almacén de las cosas viejas, aun tiene llave y hemos decidido dejarlo así, mientras sacaba el polvo, comentaba con lagrimas en los ojos, de cómo me divertía con aquel anciano, como le prestaba atención a los cuentos de sus largos viajes y de aquel que siempre me gustaba que me lo contara una y otra vez esperando que llegue al final, su primer viaje a argentina por la década de los 60 apenas había obtenido su documento de identidad, había huido de casa, en allá conoció a una gran bailarina de tango pero eso ya es otra historia, me contaba las noches de baile y como había aprendido aquella danza nativa de argentina, y sus amoríos, aunque mama siempre me cortaba y me mandaba a hacer los deberes cuando mi tío abuelo llegaba a la parte donde él se las llevaba a la cama… y siempre reía, siempre, de seguro allá donde este, está contando historias a los más pequeños como siempre le había gustado y soñando despierto… muy despierto…

Para mi tío abuelo Víctor Cusirimay Huallparimachi que se merecía algo mejor que esta pequeña historia…



“Aquel que me enseño a Soñar Despierto”