ADIOS

mis manos, no me hacen caso, están poseídas y escriben para ti otra vez...
se que no tiene sentido hacerlo pero llevo kilos de cosas por decirte y la carga se hace mas grande cada día...
se que es ilógico escribirte, por que no me leerás, por que en mis palabras no hay nada de lo que quieras saber y mi soledad se ríe a carcajadas cada vez que te escribo... y es una maldición que me persigue, me atrapa y me destroza, es difícil convivir con ella, es muy difícil, que no podrías pasar por esto con una sonrisa, y es como estoy desde que te fuiste así como se van los días soleados de mi vida... No lo niego, mucho de esto que siento ahora lo logre con mi insensatez, mi falta de fe en aquellas cosas que nos hacían feliz, pero es tarde para arrepentirse, por que no bailaremos el danuvio ni comeremos el pastel de bodas, no habrá mas paseos bajo de la lluvia agarrados de la mano pidiendo que el tiempo se detenga, se que quizás suceda un milagro y te llegue este sentimiento de remordimiento que ahora mismo esta carcomiendo mi mente, y aunque no quiero que me leas muero por que lo hagas, y sientas toda mi frustración... Un día dije que no te dejaría ir, que aunque todo se oponga a este amor, seguiría detrás de ti para siempre, y es verdad que aun te sigo y quiero escuchar tu voz diciendo mi nombre, mas se me agotan las fuerzas y el lápiz con que te escribía a perdido su punta de carbón, a perdido su color y ya no hay nada para ti de mi, mas que este frió y cálido recuerdo que recorre mi cuerpo... Lo admito soy muy débil, soy demasiado débil para admitir que esto se acabo, pero algo desde mi interior me incita a seguir gritándote, pidiendo que vuelvas, la bipolaridad de mis palabras me hacen daño y en días como estos que tu me inundas completamente no puedo negarme a seguirte escribiendo...
y he vuelto a hacerlo como todas las noches que no puedo conciliar el sueño, nunca te podre decir adios, por que desde ya vives aquí, has tomado propiedad de algo que solo era arrendado y con tiempo de expiracion, y aunque las leyes me amparan no puedo ni quiero sacarte de ahí, mas solo eres, recuerda, un bello recuerdo de tardes preciosas... y así vas saltando dentro de mi como una niña pequeña.
Pero digo no, recobro el control de mi cuerpo, mi mente se aclara y la niña pequeña desaparece, y tengo que decírtelo, adiós...

he vivido años gloriosos compartiendo felicidad a montones tanto que ya no daba mas en mi, y te digo gracias por todo mi pequeña niña, por que todo empieza aquí, escribiéndote, como empezó lo nuestro cuando te enamore con mis cartas hoy te digo adiós con una de estas, no soy vidente ni profetizo nada, pero estoy seguro que encontraras la felicidad verdadera, aquella que estuvimos a punto de alcanzar y que ahora no es mas que un recuerdo hermoso y doloroso cada vez que lo hago realidad en mi mente, te envió los kilos de sensaciones que hiciste sentir a este corazón de melón, tu dulce inocencia siempre sera mi punto de partida para ser feliz, no lo niego te ame, tanto que con todas mis fuerzas hoy hago el esfuerzo para ya de una vez sacarte de aquí y aunque sea difícil se que no sera imposible... gracias por las noches de estrellas y paseos lunares echados en la hierba fresca, por los ositos de nubes que me mandabas, y los verbos conjugados juntos, se que no encontrare a nadie como tu, por que desde ya eres única en mi vida, sigue cumpliendo tus sueños, yo seguiré escribiendo, deseo donde estés seas muy feliz, y lo seas por mi también, que tu felicidad desborde en esa bella sonrisa tuya y  en esos grandes ojos que me acompañaron, hemos crecido, yo aprendí muchas cosas de ti y espero haber dejado en ti una lección de vida para bien, no espero nada mas  que haber sido trascendental así como tu lo has sido, no quiero alargar esta dedicatoria de mi vida que hago para ti, adiós mi gran amor...
y como dijo Jose Angel Buesa.

"Te digo adios y acaso te quiero todavia"...