jueves, 22 de noviembre de 2007

La chica a la cual nunca haga llorar…

En tercero, nos gustaba ir detrás del colegio, era hermoso por ese tiempo y más aun cuando comenzaba la temporada de lluvias, y como para diciembre, nosotros teníamos un arsenal de cuetecillos y cuetones los plantábamos en el suelo y los reventábamos a veces nos hacíamos los machitos y lo prendíamos en nuestras manos y antes que la mecha se termine, lanzábamos los cuetes antes de que estallen, fue en una de esas faenas de pirotecnia, cuando Risner vio a la chica mas popular del colegio, se dirigía al barranco detrás del colegio entre los dos cerros en forma de grieta que se había formado por la erosión y los días lluviosos en que los charcos se convertían en grandes ríos que por cierto arraso con unas casas colindantes a la parte trasera del colegio, la chica mas popular, por cierto la mas bonita, la que mejor se vestía en los días en que no había que traer el uniforme, ella estaba yendo a por el barranco, nos quedamos mirándole cuando paso, pero cuando vimos que su dirección no cambiaba y que su destino era el barranco, nos entro curiosidad…
Risner me dijo, los baños en el colegio están clausurados, quizás y ella este yendo al barranco a ya sabes, yo me reí, pero luego le conteste y si es eso, entonces nos miramos y pude ver escrito en sus pupilas como una orden para mi, vamos a espiarla y haber que vemos, además llevaba un paquete, quien sabe quizás se vaya a cambiar o algo, pensamientos oscuros nos invadieron y aun podíamos ver a la chica desapareciendo en el bosque de cipreses y eucaliptos que por allí crecían…
Tomamos un camino diferente al de la chica, la seguimos una vez desapareció y casi corrimos, pero no, trepamos por el cerro hacia lo alto del barranco y entre unos arbustos de flores moradas y vallas rojas nos escondimos, solo nuestros ojos salían de entre ellos, la chica tenia el cabello largo y lacio, el uniforme le quedaba tan bien y tenia lo que ninguna chica en mi salón aun tenia, de pronto el lecho del riachuelo que pasa por ahí se acercaba un joven, no llevaba el uniforme pero aun recordaba su rostro, Risner también, era el Brigadier de nuestro salón cuando nosotros entramos a primero, recordé la paliza que nos dio por entrar en el invernadero del colegio y malograr los plantones de tomate dentro de el, llevaba un paquete también, se acerco a la chica que ya se paraba a abrazarlo, la beso en la frente y le acaricio el cabello, en el colegio las campana sonaba anunciando que el querido receso se había terminado y todos corrían a sus salones, nosotros no podíamos, nuestra imaginación y el recuerdo de una película porno que vimos en la casa de Edwar, iba y venia en nuestras mentes, entonces apagamos todo deseo de entrar en clases, Risner me decía, ahora viene el momento en que el la besa por el cuello y sigue bajando, mas no paso eso, el la miro, tomo el paquete y se la entrego, ella hizo lo mismo, no hablaban nada y solo se miraban, nadie se movió para recibir algún paquete, ambos tenían las manos levantadas y en ellas, los paquetes, de pronto una lagrima en cada uno de sus ojos broto y como si el clima se hubiera puesto de acuerdo, una gota mojaba nuestros uniformes, y muchas mas seguían su ejemplo, Risner impaciente me decía muy bajito estos dos no van a hacer nada, la escena se había congelado ambos, estaban ahí parados y mirándose uno al otro, pareciera que no existía nada mas que ellos dos en el mundo y en sus ojos se podían ver tantas palabras que no podía leer, por la rapidez con que estas cambiaban, el movió un brazo y recogió de las manos de ella, el paquete al instante como si se tratara de su reflejo ella también lo hizo tomaron el paquete ambos, cada uno de ellos, se movieron y como en un espejo se dieron la espalda, el volteo y ella también lo hizo, casi al instante de recibir ambos paquetes sus ojos se cerraron y con mas lagrimas como lluvia se dieron la espalda, Risner me miraba y me decía, oie si que esta lloviendo mucho, y mira que te esta dando en los ojos, sentía lluvia caliente en mis mejillas y no podía soportar la escena era tan triste, yo alcance a decir oie no es la lluvia, estos dos me han hecho llorar, Risner rió, y me dijo pero como alguno de estos son tus amigos, creo que ni siquiera sabes el nombre del brigadiercito ese que te saco la mierda, y mucho menos de esa tía, pero para que veas que soy bueno te diré sus nombres, el que nos golpeo no se su nombre pero creo que apellida baca, y la chica es Aida, fueron pareja el día de la serenata del colegio, y también en la fiesta de despedida de los quintos, al cual recuerdo tu no fuiste, también eras monguito esa época, ellos dos están ya mucho tiempo, claro tu no salías al receso en primero y mucho menos en segundo siempre te la dabas de chanconcito y como siempre nos venias a sorprender con tus altas notas, pero mira que te has amigo del mas bravo ósea yo, ahora si ya tienes que irte enterando que a este lugar las chicas vienen a tener su primera vez, jajaja pero no te enfades si no te traje a principios de este año, solo gente de confianza tu sabes, la mafia, jajaja y con una de sus sonrisas termino, lo mire y también sonreí, aunque en el fondo me dije, y donde has vivido tu todo este tiempo, mira que estar en el colegio y no saber el nombre de la chica mas bonita de la promoción,
Quería enterarme mas, quería saber que había en esos paquetes que los hacían tan infelices, a ambos y por igual, que era lo guardaban ambos que los hacia llorar y no decirse nada, no entendía aun lo que estaba pasando, el guardo el paquete, y se hecho a andar, ella se quedo y seguía llorando, seguí lloviendo, y su uniforme casi terminaba de mojarse, al igual que el mío y el de Risner, el joven se alejaba no había escapado de la inclemencia del mal tiempo y se fue por donde vino, me que de observando hasta que desapareció, Risner se levanto se limpio el uniforme, y dijo, concha aquí no iba pasar nada, vinimos a ver moquear a estos dos y con lo mal que me cae ese huevon, de seguro que terminaron, hey no hay nada que hacer aquí vamos aun podemos entrar a las dos ultimas horas, vamos, yo seguía mirando a la chica ella lloraba y abrazaba mas fuerte el paquete que el le había dejado, me inquietaba la idea de saber que había en esos paquetes, me inquietaba el por que de esas lagrimas, y me inquietaba saber que haría ella y que seria de el ahora que terminaban…
Me aterraba la historia de llorar por una chica, no soportaba estar a lado de una de ellas mas que para hacer las tareas o para ir a la biblioteca, había pasado un tiempo y se acercaba el final del año, la gente, el colegio y los salones estaban invadidos del espíritu navideño, en manualidades teníamos que traer motivos navideños y adornar nuestras clases, en mi aun estaba la escena de esa mañana, y la lluvia, las lagrimas y todo, aun giraba en mi la curiosidad de chibolo de tercero, lo único que había averiguado hasta entonces no era mas que, Ebert el artista de mi clase tenia una hermana en la clase de Aida, y que ella era su mejor amiga, eso era un gran dato, el problema era que yo no simpatizaba con Ebert, bueno yo no le simpatizaba, no era de gran ayuda pero tenia que arriesgarme para saber el final de esa escena.
El tiempo apremiaba eran los últimos exámenes y si no averiguaba mas, me iba a quedar sin saber nunca el final, no me quedaba mas que una semana de clases para hacer eso, todo lo que había planeado en mi, pero que le iba a decir a Ebert, oie mira me presentas a tu hermana, como a mi hermana, no, el solo hecho de pensar en como reaccionaria me daba miedo y vergüenza, encima su hermana era mi mayor, y la mayor de Ebert de seguro se enfadaría conmigo.
El profesor de ciencias naturales era mi mejor amigo, nos había enseñado desde primer año y era nuestro tutor este año, el me tenia confianza y fue por eso que me mando las pruebas de la clase tenia que entregárselas a la encargada de quinto para que esta las repartiese a sus compañeros, al principio no quise hacer el trabajo pero me di cuenta que era mi oportunidad para contactar con Yanina o quizás con Aida, así fue tome las pruebas y y me fui, pensaba en el camino en como iba a preguntar y era mas difícil aun que hablarle a Ebert, de seguro me mandarían a rodar, pero si no lo hacia no lo haría nunca, llegue no había ningún profesor en la clase y ahí estaban grandes y altos los de quinto año, yo era un enano, y me hacia mas pequeño con cada paso, al seguir avanzando pude ver a Aida en la puerta también estaba Yanina, me agarre fuerte de las pruebas y agachando la cabeza me acerque y le alcance las pruebas, cuando levante la mirada vi los ojos hinchados de Aida, seguro había llorado días, Yanina se acerco y me recibió las pruebas, además me dijo oie, tu no eres el compañero de Ebert, ah si si, me agarre la cabeza y sonreí, y como estas, mi hermano sigue haciendo dibujos en las paredes, ya me tiene cansado ese chibolo siempre se comporta mal y a mi es a la que tienen que regañar por eso, yo reí y le dije que no, bueno no hizo nada, y le pregunte y como se llama tu amiga, la del cabello largo, ah ella, ella es Aida, quieres que te la presente sonrió, no, no, solo preguntaba, y por que tiene los ojos hinchados, disculpa pero no me des importancia, le dije, ella dijo oie me caes, bien a por cierto, ¿quien te mando las pruebas?, así las pruebas, el profesor de ciencias naturales, el profesor julio, así, me dijo que me las enviaría con alguien para que las entregase a mis compañeros, mira te puedo pedir un favor, y ayúdame a entregarlas, entreguémoslo los dos, claro si, si, le dije, me dio la mitad, y mientras Aida se iba de allí, como queriendo evadir a todos, entre en su salón y comencé, Yanina termino y tenia una prueba, me pidió el resto que aun tenia en mis manos y me dijo, oie quieres saber por que tiene los ojos hinchados Aida, mira esta es su prueba, por que no vas y se la entregas tu mismo, yo me quede mirándola un rato y sin pensarlo mas levante mis manos recibí la prueba y Salí del salón, antes me dijo esta allá por el jardín, Salí y busque con la mirada, estaba apoyada y con la mirada hacia el suelo, en el cerco de arbustos del jardín donde crecían las rosas de color rosado y rojo, que el portero las tenia siempre bien cuidadas, camine despacio como para no molestarla, recordaba sus lagrimas y el paquete y al joven, pensaba en mi pregunta, era un enano frente a ella y como antes era mas pequeño con cada paso, cuando estuve cerca mire la prueba y tenia la calificación mas alta que en el colegio podían dar, y diciéndole, hola yanina me mando tu prueba ella esta en, no había terminado y ella arranco de mis manos la prueba diciendo gracias, me quede mirándola, y aunque no podía ver sus ojos la escuche llorar, no me atreví a preguntar mas, quizás ya no debía de preguntar mas, quizás así era, lo que decían el amor, quizás el mundo estaba lleno de personas que lloran por otras, de hombres que lloran por mujeres, quizás era lo normal y yo no entendía eso, le mire y me prometí en mi interior que nunca haría llorar a una chica, pero como yo siempre pensaba en voz alta, ella me dijo: te vi el otro día, tu y tu amigo me siguieron al barranco, no les tome importancia, pero cuando te vi llorar, me pregunte, por que llorabas, me pregunte por que, si ni siquiera me conoces, disculpa por la escena, de seguro esperaban algo mejor de la chica mas popular ¿no es así Elio?, sabia mi nombre, continuo, estaba preguntando por ti, y me dijo Yanina que eras el compañero de su hermanito, que eres un cerebrito y que casi no te llama la atención las chicas si no la diversión con tus amigos y que tu vas a recibir la beca si sigues como hasta hoy.
Disculpa no quería seguirte, ni ver nada, solo que Risner me convenció y pensé que nadie se iba a enterar de esto, disculpa por favor no era mi intención espiarte; no importa dijo ella; y si te dio tristeza esa escena, creo que la chica que te tengo como enamorado será la mas feliz, me dijo, bueno la verdad no se que me paso, cuando te vi llorar y lo vi llorar a el también, no lo se aun, y también no se que había en esos paquetes en que ambos se entregaron, déjame contarte me dijo, quizás ya es hora de que me deje de llorar y que empiece otra vez, lo que había en el paquete eran dos corazones, jajaja el que el me dio era mi corazón y el que yo le di era el mío, en esos corazones estaban escritos nuestros recuerdos mas felices, nuestros días tristes, en esos corazones estaban nuestros nombres entrelazados, en esos corazones estaban escritos los sueños que teníamos, hoy queme mi corazón e hice uno nuevo, hoy tengo mi corazón nuevo, lo hermoso de empezar algo es terminarlo, lo mejor de terminarlo es aprender, y lo que se aprende nunca se olvida, he llorado esa tarde, esa noche, al día siguiente, en clases y también en mi casa, y hasta ahora no había sonreído, de nuevo.
No entendía mucho pero me estaba dando una lección, que talvez nunca nadie mas me la daría, no pregunte nada mas, y solo pude decirle, eres bella y mas aun cuando sonríes y lloras a la vez, parecía tonto, pero ella sonrió y rió mas, yo la ayude pero se oía en su risa el llanto apagándose poco a poco
Desde entonces soy amigo de Aida, a ella le contaba todo lo que me sucedía, ella ya no esta aquí, ella se fue lejos, le dieron la beca del colegio, ingreso a la universidad apenas salio del colegio, estuvo el día en que me dieron la beca a mi, ahora ella esta en el extranjero y a veces llama a casa, pregunta si es que estoy estudiando y si es que ya me he decidido por la chica a la cual nunca haga llorar…

No hay comentarios: