Que mas da, el amor duele y te hace actuar de maneras inesperadas, y te llena de cicatrices el alma, de azotes, de caídas, de tropiezos y aprendizajes, pero sigo y quiero mas, explotar de sentimientos, no quedarme con dudas olvidar resentimientos, cerrar los capítulos inconclusos de mi vida, retener tu aliento un instante mas recordar tus besos y embriagarme de ellos.
Y guardo tus caricias en mi memoria y los momentos mas felices y los mas amargos, los sacrificios, todo por ser tu quien habita mi corazón terco y paciente que llora en silencio porque a mis ojos no le quedan ganas de escupir cristales para ti, mis sueños se resisten a abandonarte y a pesar de que los embriagan otras ilusiones siguen insistiendo en tenerte ahí, con tu sonrisa forzada y tu mirada triste que hechizo mis días, sedujo mis noches y conquisto mis ilusiones. Pero me alejo y te extraño, tendré paciencia para saber que sucede, mientras aquí están estas letras que parecen no tener fin.
Encarcelado en mi propio amor estoy; encarcelado en tus manos, en tu cuerpo, y en el deseo que me inspiran tus labios; recluido en el placer que tus brazos infunden a mi cuerpo. Estoy prisionero por haber cometido el terrible delito de amarte, de quererte con la pasión del infierno, y con el frío de las mañanas.
Estoy condenado de por vida a desearte, por hacerlo con la fuerza de una tempestad, con la furia de un tornado o con la suavidad, con la que la brisa roza los campos en primavera. Hoy quiero escapar de todo, y dormirme para siempre en los brazos del maldito tiempo. Vivir en el crepúsculo de tus manos, ya que no puedo habitar en ellas. Vivir alimentando la esperanza de seguir creyendo que me querrás, y seguir soñando mi vida a tu lado.
Todo por convertir mi día en tu noche, por convertir mi amor en olvido, y tu recuerdo en realidad. Todo por desear tocar el cielo con mis manos, por soñar cada noche contigo, todo por intentar rozar, con el ardor de mis labios, los tuyos, por intentar llenar de ansia tu espíritu, y sólo, tan sólo, por quererte.
Y guardo tus caricias en mi memoria y los momentos mas felices y los mas amargos, los sacrificios, todo por ser tu quien habita mi corazón terco y paciente que llora en silencio porque a mis ojos no le quedan ganas de escupir cristales para ti, mis sueños se resisten a abandonarte y a pesar de que los embriagan otras ilusiones siguen insistiendo en tenerte ahí, con tu sonrisa forzada y tu mirada triste que hechizo mis días, sedujo mis noches y conquisto mis ilusiones. Pero me alejo y te extraño, tendré paciencia para saber que sucede, mientras aquí están estas letras que parecen no tener fin.
Encarcelado en mi propio amor estoy; encarcelado en tus manos, en tu cuerpo, y en el deseo que me inspiran tus labios; recluido en el placer que tus brazos infunden a mi cuerpo. Estoy prisionero por haber cometido el terrible delito de amarte, de quererte con la pasión del infierno, y con el frío de las mañanas.
Estoy condenado de por vida a desearte, por hacerlo con la fuerza de una tempestad, con la furia de un tornado o con la suavidad, con la que la brisa roza los campos en primavera. Hoy quiero escapar de todo, y dormirme para siempre en los brazos del maldito tiempo. Vivir en el crepúsculo de tus manos, ya que no puedo habitar en ellas. Vivir alimentando la esperanza de seguir creyendo que me querrás, y seguir soñando mi vida a tu lado.
Todo por convertir mi día en tu noche, por convertir mi amor en olvido, y tu recuerdo en realidad. Todo por desear tocar el cielo con mis manos, por soñar cada noche contigo, todo por intentar rozar, con el ardor de mis labios, los tuyos, por intentar llenar de ansia tu espíritu, y sólo, tan sólo, por quererte.
Quiero estar tan cerca de ti que tu aliento pueda atravesarme, quiero dormir a tu lado, estar tan juntos que tu voz se grabe en mis pensamientos, que tu ansiedad se pierda en mi calma, que tus silencios, se escuchen en mis oídos.
Y ahora, volveré a recordarte como mi eterna novia, volveré a llamarte cada noche, y cada mañana, me levantaré pensando en ti.
Y miraré al sol, con la única esperanza de encontrarte en él. Pasearé por el cielo cada vez que me mires, y visitaré a mi querida dama de negro, cuando al llegar la noche, la luna me recuerde que mi vida se está apagando, y no consigo estar a tu lado, que ha pasado otro día más, y aún te deseo; que mis días se esfuman, y nada puedo hacer por evitarlo.
Salvo soñar, que mañana, el sol será diferente, porque la felicidad de mis ojos lo iluminarán, y sonreirá al saber que tu me amas, al saber que ya eres mía, al saber que mi única misión en el mundo se cumplió. Porque no habrá nadie que me impida llevar a cabo la misión por la que nací, y por la que moriré, la única misión que me mantiene con vida, la única misión que me retiene en este mundo, AMARTE.
Por que te extraño tanto como a las estrellas en mis días
Por que me deje vencer por una dulce voz del otro lado de la línea
Por que he llorado en silencio con las noches de nubes rojas
Por que no quiero dejarte y evito salir a buscarte
Por que deseo huir buscando donde encontrarte
Por que me hace falta tu hombro para llorar hasta cansarme
Por que le pido a dios que te cuide todos los días
Por que aun guardo tu olor en mi memoria
Y más aun tu sabor en mi boca
Por que me duele recordarte y me alivia suspirarte
Por que te sueño en ocasiones en distintas situaciones
Por que me alejo de tu aliento con un dolor intenso
Sin mentiras con pretextos que no te parecen sinceros
Que me hacen tanta falta las manos entrelazadas
Necesito exorcizarme cada día en el mismo instante
Por que te amo…
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