lunes, 25 de agosto de 2008

NO TE DAS CUENTA



—No te das cuenta que no puedo más, de verdad, esta vez no es mentira, ¡No puedo más! —alcance a escuchar eso, mientras miraba por la ventana en aquel Bus frío y gris, mi amado Bus, el que tantas alegrías me dio y en el que tantos no-asesinatos suceden día a día.
Y hago un alarde general y la gente ni mosquea como puede ser que nadie sienta la suplica dolorosa, el llanto desgarrador de este joven demacrado que está a un cuerpo de distancia, como sus corazones no se fruncen, mientras que el mió se retuerce como un pañuelo.
¿Tan acostumbrados al dolor estamos? ¿Tanto es el daño que hay en el mundo?
“Amor, no me dejas otro camino, no encuentro una salida, no se que voy hacer, no se como vivir así, no voy aguantar” al decir eso me paralizó el alma, la respuesta silenciosa que recibió fue una lágrima, él sintió eso como un adiós, el adiós del alma.
Y pensé en como seguiría, en que haría cuando vuelva a su casa, en que pensaría, como podría seguir. Las salidas son pocas en este caso, el ya se anticipo, sabe lo que hará cuando llegue a su casa.
En cambio yo, me quedo pensando, ya dejo de escucharlos, pareciera que cuentan mi historia, la siento tan mía y empiezo a divagar en mi cabeza. No importan las cuadras que falten para descender de este colectivo helado, no importan las distancias, no importan las personas.
Llego a mi casa, entro cansado de vivir y me acuesto en la cama, cierro mis ojos y una pregunta me asesina, y en esa pregunta se esconde una gran respuesta ¿Quién la hizo tan hermosa?
Y mi capacidad para olvidar se esfuma, se borra, se evapora y acá estoy con esta botella vacía, pensando en la salvación, en la liberación, mi alma no quiere volver a sufrir, mi alma no quiere vivir, es que todo es tan injusto, cuando se quiere vivir, cuando se lucha una causa perdida, cuando dejas todo, cuando no te queda más nada, la salida es una sola.
¿Quién me abrazara hoy? ¿Existe el consuelo? Ya no importa quien me llore, quien me quiera, quien me ame, no importa, ya nada importa. ¿Hay que vivir el presente? ¿Hay que tener valor? ¿Por qué? ¿Quien me cura?, ¿Quien me salvara hoy? ¿Acaso alguien puede ayudarme?
¿Quien cambiara mi forma de pensar?, ¿Quien me puede hacer entender que ella no era todo?
No existen personas. No existen valores, mi vida comenzó al conocerla, entonces, por que no tendría que terminar al perderla.
¿Y si falle yo?, como puedo vivir así, sin ella; sin nada.
Ella tal vez no pueda dormir, ella tal vez no sueñe, ella tal vez no extrañe, pero ella sabe que tiene una salida.
Te amo con todas mis fuerzas, pero me duele amor, arde el humo, me seca los pulmones, el fuego invisible es el que me quema por dentro, el mismo que te quema a ti, me lastima mucho, duele la soledad mi vida, duele vivir así, me esta lapidando, la salida se muestra sola.
¿Estas buscando una salida? Tu salida soy yo, tu salida tiene mi nombre.
Sino te esperare allá.
Donde los muertos no mueren, de que sirve estar acá, si los vivos, no viven.

¿No te das cuenta que estamos desapareciendo?

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