¿Sabes qué extraño? La mirada sincera que antes solías tener.
Sabes además, las cosas en las que yo tenia que caer a la lava y sin embargo tu hacías fuerza para que no me caiga y en un descuido yo terminaba arriba tuyo y tu caías a la lava salvándome, Siempre era igual yo tenia tres vidas y tu una sola.
Después de morir dos veces, era la pelea final, volvía a parar mi cuerpo pequeñito, me subía a la cama y a la lucha.
Sabes viejo, ya vengo muriendo un par de veces más. Y aunque no lo creas, la cama esta cada vez más arriba, ya cuesta subir. Y mi cuerpo fue agrandándose, sabes, hasta las, pero fue creciendo.
¿Sabes qué extraño?, que me digas “¿Cómo va todo Lito?”, sabes también, y disculpa que se me desprenda esta lágrima, pero no es de maricón, es que acá escribe mi corazón.
Sabes, está bastante golpeado, sabes también a veces pierdo la motivación por las cosas, pero las recupero después de dormir un rato, creo que eso lo herede de ti.
Sabes que te comprendo, al final tenias razón, viejo, panzón, la vida es complicada.
Sabes, no te guardo rencor, sábelo, sabes que a pesar de no reconocerte cuando te veo, te conozco bien.
Sabes que al mismo tiempo que escribo esto la garganta se me empieza a cerrar, y me pasa un hilito de oxigeno, que apenas puedo calarlo por la nariz.
Sabes, estoy más grande, es increíble, me estoy volviendo hombre, esos de verdad ¿viste?, así como tu, viejo, como tu.
Sabes que me cuesta mucho organizarme, y a veces es difícil encontrar las cosas, igual las busco. Todavía está el examen en mi escritorio, mi primer diez en Matemáticas. Está esperando que lo veas.
Cuando mis amigos preguntan por ti, les digo que andas bien, que todo esta bien en la casa y que tomas de felicidad, aprendí a mentir, creo que eso también lo herede de ti.
Sabes, el otro día, miraba una foto tuya, somos muy diferentes, para mí que soy adoptado.
Viejo, sabes, no tomo más café. Todos parecen feos sino lo preparas tú. ¿Te acuerdas, viejo, te acuerdas?
¿Sabes que extraño? el abrazo que nunca me diste en mi cumpleaños. No son reproches, son verdades.
Sí, lo sé, soy un huevon a pesar de que me trates de consentir.
Te escapaste sin decirme que las mujeres eran jodidas, a los golpes lo estoy comprendiendo, sabes viejo, son terribles. Pero se compensa con una sonrisa, con el brillo de sus ojos, o cuando simplemente te dicen que te extrañan.
Te digo un secreto: sé cuando una mujer me dice te quiero, esos de verdad, ¿viste?, como él que te decía mamá, ¿Te acuerdas de mamá, viejo?
Buena mujer la vieja, pero me hubieras avisado que eran complicadas las mujeres, viejo, que bárbaro, me dejaste en banda, y encima soy medio pavo en esto del amor, nunca se me da, viejo, nunca, ¿Puedes creer?
Cuando pienso que encontré una mujer, me escapo por que me es imposible creer, que alguien me pueda querer de verdad.
Palpitos... ya arriesgué tanto recuerdas a la morena, que ahora necesito que me lo griten en la cara para poder sentirlo.
Sabes además, las cosas en las que yo tenia que caer a la lava y sin embargo tu hacías fuerza para que no me caiga y en un descuido yo terminaba arriba tuyo y tu caías a la lava salvándome, Siempre era igual yo tenia tres vidas y tu una sola.
Después de morir dos veces, era la pelea final, volvía a parar mi cuerpo pequeñito, me subía a la cama y a la lucha.
Sabes viejo, ya vengo muriendo un par de veces más. Y aunque no lo creas, la cama esta cada vez más arriba, ya cuesta subir. Y mi cuerpo fue agrandándose, sabes, hasta las, pero fue creciendo.
¿Sabes qué extraño?, que me digas “¿Cómo va todo Lito?”, sabes también, y disculpa que se me desprenda esta lágrima, pero no es de maricón, es que acá escribe mi corazón.
Sabes, está bastante golpeado, sabes también a veces pierdo la motivación por las cosas, pero las recupero después de dormir un rato, creo que eso lo herede de ti.
Sabes que te comprendo, al final tenias razón, viejo, panzón, la vida es complicada.
Sabes, no te guardo rencor, sábelo, sabes que a pesar de no reconocerte cuando te veo, te conozco bien.
Sabes que al mismo tiempo que escribo esto la garganta se me empieza a cerrar, y me pasa un hilito de oxigeno, que apenas puedo calarlo por la nariz.
Sabes, estoy más grande, es increíble, me estoy volviendo hombre, esos de verdad ¿viste?, así como tu, viejo, como tu.
Sabes que me cuesta mucho organizarme, y a veces es difícil encontrar las cosas, igual las busco. Todavía está el examen en mi escritorio, mi primer diez en Matemáticas. Está esperando que lo veas.
Cuando mis amigos preguntan por ti, les digo que andas bien, que todo esta bien en la casa y que tomas de felicidad, aprendí a mentir, creo que eso también lo herede de ti.
Sabes, el otro día, miraba una foto tuya, somos muy diferentes, para mí que soy adoptado.
Viejo, sabes, no tomo más café. Todos parecen feos sino lo preparas tú. ¿Te acuerdas, viejo, te acuerdas?
¿Sabes que extraño? el abrazo que nunca me diste en mi cumpleaños. No son reproches, son verdades.
Sí, lo sé, soy un huevon a pesar de que me trates de consentir.
Te escapaste sin decirme que las mujeres eran jodidas, a los golpes lo estoy comprendiendo, sabes viejo, son terribles. Pero se compensa con una sonrisa, con el brillo de sus ojos, o cuando simplemente te dicen que te extrañan.
Te digo un secreto: sé cuando una mujer me dice te quiero, esos de verdad, ¿viste?, como él que te decía mamá, ¿Te acuerdas de mamá, viejo?
Buena mujer la vieja, pero me hubieras avisado que eran complicadas las mujeres, viejo, que bárbaro, me dejaste en banda, y encima soy medio pavo en esto del amor, nunca se me da, viejo, nunca, ¿Puedes creer?
Cuando pienso que encontré una mujer, me escapo por que me es imposible creer, que alguien me pueda querer de verdad.
Palpitos... ya arriesgué tanto recuerdas a la morena, que ahora necesito que me lo griten en la cara para poder sentirlo.
Mañas... de un flaco que se enrosca enseguida, asumo la culpa, y pido perdón por ser así.
Consuelos... me llueven consuelos, todas se terminan apiadando de mí, me quieren, pero no me quieren dañar, como si ya no estuviera hecho mierda, panzón, que complicada es mi vida, no te das una idea y que bien que lo aparento.
No sabes, estoy pensando seriamente en tomar clases de teatro (claro si yo cobraria las mensualidades de la casa), aprendí entre otras cosas a sacarle el lado positivo a las cosas, es que a la fuerza lo aprendes.
Sabes también, aprendí a valorarme, y a humillarme al mismo tiempo, me olvide de los te quiero, de los te amo, si yo te contara viejo, dios mío, eso si, no puedo tolerar la falsedad, y no puedo tolerar la falta de humildad, viejo, todos nos equivocamos, sabes, todos.
Siempre esta el perdón sincero, ese que además de la palabra, te abraza, te pone el pecho pa’ llorar.
Sabes...Viejito... No... Mejor, cortémosla acá.
Sí, viejo, no me quedo otra que aprender a callarme y a retener los sentimientos, y también a escaparme de toda situación complicada, ves viejo, al final, herede todo de ti.
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