"Y volver a sentirte aislado, solo, sin nadie a tu alrededor.
Y volver a perseguir una sombra, y no poder alcanzarla.
Y volver a sumirte en la desesperación, buscando su estela entre la gente.
Y volver a sentir un vacío en el pecho,
Y volver a verte rodeado de aire y promesas,
Y volver a estar solo, como antes, como siempre."
"Vente conmigo, estarás mejor"
Mueves la cabeza nervioso, "¿quién habla? ¿Dónde estás?" le digo…
Un aliento gélido te eriza los pelos de la nuca: "Soy yo" susurra. "La Soledad. Llevas tiempo buscándome para olvidar, y ahora aquí estoy, dispuesta a ayudarte."
"Por fin, parece que la vida vuelve a darme la cara." Respondo
Una carcajada tétrica resuena a mi espalda: "No lo creo. Con mi compañía, no olvidarás; simplemente te atormentará la idea de lo que pudo haber sido y no fue. No podrás abandonar los malos tragos en mi mundo, tendrás que bebértelos una y otra vez..."
Arqueo las cejas, empiezo a asustarte, pienso que tal vez no haya sido la mejor solución buscar la soledad.
"¿Te decides? ¿Nos vamos ya? Nunca dejarás de pensar en ella, nunca. Te ha calado hondo y no te desharás de ella, quedándote solo conmigo. Hoy me siento generosa. Y por eso de buscarme, olvídate de mí, rodéate de tus amigos y así, quizás encuentres la paz que buscas." Me dijo y salio…
"Pero, pero... yo quiero estar solo..." le digo…
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